EL ÁGORA: Salutogénesis Empresarial e Individual
April 4, 2025
La palabra "salutogénesis" proviene del latín salus (salud) y del griego antiguo γένεσις (génesis, origen). Antonovsky desarrolló el término a partir de sus estudios sobre "cómo las personas manejan el estrés y se mantienen bien" (a diferencia de la patogénesis que estudia las causas de las enfermedades). Observó que el estrés es omnipresente, pero no todas las personas tienen resultados de salud negativos en respuesta al estrés. En cambio, algunas personas logran mantenerse sanas, a pesar de su exposición a factores de presión.
En la teoría salutogénica, las personas luchan continuamente con los efectos de las dificultades. Estas fuerzas ubicuas son los recursos que ayudan a una persona a sobrellevar o combatir una variedad de factores estresantes psicosociales. Algunos ejemplos de estas fuerzas son: la situación económica, la educación, la fuerza del Yo y el apoyo social y familiar.
“No son las circunstancias, las que determinan la salud del ser humano, sino su capacidad de superación de las circunstancias”. Antonovsky propone: “Adaptación a las circunstancias con el entusiasmo de un aprendizaje e incorporando cada circunstancia a la biografía con un SENTIDO coherente para cada uno”.
Los dos principios de la salutogénesis son: la COHERENCIA: pensar, sentir y actuar en la misma dirección, de manera íntegra; y la RESILIENCIA, que viene del término latino resilio: «volver atrás, resaltar, rebotar». El término resiliencia se adaptó al uso en psicología y ciencias sociales, para referirse a las personas que, a pesar de sufrir situaciones estresantes, no eran afectadas psicológicamente por ellas.
La palabra resiliencia, en física y química, designa la capacidad de cualquier material para recuperar su forma inicial, después de que se ejerce sobre él una fuerza que lo deforma. La resiliencia, en ciencias sociales, es la capacidad de lograr los propósitos vitales, a pesar de una adversidad que implica un grave riesgo de resultados negativos.
El concepto está asociado a Víctor Frankl, médico austríaco, autor del libro El hombre en busca de sentido (1946). Frankl reflexiona sobre su tiempo como prisionero del ejército nazi y cómo él y muchos compañeros de los campos de concentración encontraron motivos de esperanza en el acompañamiento comunitario y en la búsqueda del sentido individual.
“Tenemos que dejar de hacernos preguntas sobre el significado de la vida y, en vez de ello, pensar en nosotros como en seres a quienes la vida les inquiere continua e incesantemente. Nuestra contestación no debe ser en palabras, sino que debe ser una conducta y una situación rectas” (Frankl).
Los invito a preguntarse cómo generan salud en su vida cotidiana:
- ¿Tenemos ritmos adecuados?
- ¿Es adecuado el ritmo vigilia/sueño? Recuerden que los adultos necesitamos alrededor de 7 horas de buen sueño y que lo ideal es entrar en la cama antes de las 11:00 p. m., ya que el hígado empieza su proceso de recuperación (anabolismo) a esa hora. Y es necesario evitar la contaminación electromagnética en el cuarto de dormir (TV desconectado y celular en modo avión).
- ¿Son adecuados los tiempos de comida? ¿Comemos a horas y lo hacemos conscientemente, evitando otras actividades mientas nos alimentamos? Es muy importante, para fortalecer las fuerzas vitales que sostienen la salud, introducir diariamente alimentos vivos; y los únicos que nos quedan son las frutas y las verduras. “Es importante comer las frutas que han sido maduradas por el sol de la propia tierra”; por eso, recomendamos evitar las frutas extranjeras (manzanas, peras, uvas etc., que vienen en un barco de países lejanos).
- ¿Cómo manejamos la polaridad ocio/negocio? Recuerden que NEGOCIO es negación del ocio (nec otio). ¿Tenemos tiempos de quietud y de interiorización? ¿Podemos estar quietos, contemplando un paisaje o escuchando una música tranquila?
La salud es un proceso de desarrollo, una conquista cotidiana de cada ser humano, en la que somos los principales responsables. La salud no es un estado estático, sino un equilibrio dinámico entre procesos de desgaste/enfermedad (día) y procesos de regeneración/salud (noche).
En síntesis, Salutogénesis es el camino saludable para la vida; es un proceso de desarrollo que permite desarrollar herramientas para tener mejor salud. ¡El médico más importante vive en vuestro interior!
Jorge Vega Bravo
Médico y Orientador del FAD
Blog Colegio Altos Estudios de Quirama

“…miles de jóvenes están diciendo ‘no, gracias’ a las carreras tradicionales de más de cinco años, y prefieren caminos más ágiles, personalizados y alineados con los desafíos del mundo laboral. En respuesta, las universidades están reformando sus programas, acortando duraciones, ofreciendo microcredenciales, flexibilizando rutas de ingreso y promoviendo la interdisciplinariedad”.

En el Oriente Antioqueño se están gestando espacios de gran valor para el crecimiento personal y empresarial. A través de alianzas estratégicas entre el Colegio Altos Estudios de Quirama , la Cámara de Comercio del Oriente Antioqueño y la Corporación Empresarial del Oriente – CEO , se desarrollarán en septiembre de 2025 dos programas de formación que buscan fortalecer el liderazgo, la innovación y el emprendimiento en la región. Ambas iniciativas están diseñadas para brindar a empresarios, directivos y afiliados herramientas prácticas y transformadoras, en torno a temas como el liderazgo auténtico, la sostenibilidad, la economía consciente y la creatividad aplicada. Una oportunidad para seguir consolidando el Oriente como un territorio de líderes visionarios y organizaciones comprometidas con el desarrollo integral.

Acentuar el rol creador de futuro es una de las urgentes tareas de los líderes de hoy. El futuro no existe, por eso será aquello que vayamos haciendo hoy. Se le atribuye a Borges la frase de que “el tiempo es una sucesión de presentes”, por lo que siempre estaremos en el tiempo presente, el único que hay. El momento siguiente al actual momento presente, en su momento (futuro) será presente. Esa consciencia del tiempo, y de su influencia creadora, que en el momento presente se tenga, para que en aquel presente (futuro) se logre, es una gran responsabilidad de un líder. Así, lo que denominamos futuro depende de lo que hoy, y siempre, hagamos. En el estado fundamental de liderazgo, que se tenga en todo momento, es muy definitivo, para que la dinámica evolutiva continua no se interrumpa por la acción humana. De ahí que, en los libros que reseñamos hoy, la pregunta por las opciones que en todo momento tenemos es fundamental para el liderazgo de hoy. ¿Colapso y desesperanza o consciencia y esperanza? He ahí la cuestión. Disfruten este par de joyas.

Desde antes de nacer, y a lo largo de la vida, construimos relaciones con la familia, los vecinos y amigos, los compañeros de estudio y de trabajo, a través de las cuales nos vamos forjando nosotros mismos. Cada relación y cada interacción es una lección, una oportunidad de aprender acerca de la vida, de los demás y, sobre todo, de nosotros mismos. Somos, en buena parte, el resultado de las relaciones e interacciones que construimos y, por ello, el cuidado consciente de dichas relaciones debe ser asunto de especial interés para cada uno. El ODS #17, Alianzas para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es una invitación a estrechar y profundizar las relaciones entre los agentes de desarrollo, para la construcción de redes de cooperación y colaboración, pues se parte de la convicción de que la superación de las diferentes crisis y grandes desafíos que enfrentamos hoy, como humanidad, demanda la participación decidida, responsable, inteligente y comprometida de todos. Las redes de trabajo colectivo, alrededor de objetivos comunes superiores, se construyen fundamentadas en la confianza y el respeto mutuos. Y la construcción de confianza, a su vez, demanda una inmensa capacidad de diálogo y de escucha, a partir de lo cual se derive un conocimiento, un aprecio y un respeto por el otro. Y, por el contrario, entre los principales factores que limitan el éxito de este tipo de iniciativas, se ubican la poca capacidad para conversar y comprender compasivamente las posiciones contrarias, y también la divergencia de intereses particulares que poco o nada tienen que ver con los objetivos superiores que se pretende alcanzar. Una mirada más profunda de las dificultades para el establecimiento de redes colaborativas muestra la frecuente deficiencia de las relaciones intrapersonales. Es porque no se proyecta ni construye afuera lo que no se tiene dentro. Por eso, la primera relación que debe cuidarse y cultivarse es la relación consigo mismo; solamente la paz interior puede derivar en relaciones armónicas con los demás, con la sociedad y con la naturaleza. Cultivar dicha relación significa amplitud y profundidad de consciencia, autoconocimiento, gestión de emociones, diálogo interno, amor propio y autocompasión. Conocerse a sí mismo se traduce en capacidad de observar nuestros pensamientos y, más aún, claridad para no identificarse con ellos. Una buena relación consigo mismo brinda tranquilidad para asumir posiciones con base en las creencias de cada uno y apertura para escuchar, recibir y comprender pensamientos, ideas y creencias diferentes, acaso contrarias. El autoconocimiento es la base de la humildad, compasión y valentía, que deben aportarse a las interacciones con los demás; deriva en gratitud con su propia historia y generosidad para compartirla y ponerla al servicio de los demás. Como lo enseña la escuela Zen, es mantener la mente de principiante a la que se le presentan muchas posibilidades, contrario a las pocas que se le presentan a la mente de experto. Como en La utopía del colibrí, un bello documental estrenado en el Festival Internacional de Cine de Manizales; que, sin importar el tamaño de su delicado pico, o que estuviese solo en la tarea, asumió su responsabilidad y, conforme a su compromiso con el bosque, transportaba el agua para apoyar la extinción del incendio que destruía su casa y, en sentido espiritual, su propia vida. Así mismo, avanzar cada uno en el proceso de conocerse, a partir de una profunda conexión con el poder interno y, con base en ello, generar la capacidad para establecer una relación amorosa consigo mismo. Solo así aparece entonces la base de la construcción de las mejores relaciones con la sociedad y con la naturaleza. En términos de Otto Scharmer, es la base para cerrar las brechas espiritual, social y natural que afectan a la humanidad.

Once prestigiosas universidades y centros de investigación de Estados Unidos, Canadá, Austria, Reino Unido, Suiza y España, acaban de publicar una investigación —la más exhaustiva hasta la fecha—, sobre la viabilidad de un modelo económico alternativo al capitalismo, es decir, uno cuya centralidad sea el bienestar —la vida— y no el crecimiento —la economía—. Revisan toda la literatura que al respecto se ha producido, desde el informe Los Límites del Crecimiento (1972), hasta la Economía Doughnut (2012) y Las Fronteras Planetarias (2009-2023). Sus resultados son alentadores. Esta es quizás su principal conclusión: “Además, el primer esfuerzo global de modelización energética para una vida digna calcula que las necesidades humanas pueden satisfacerse con un buen estándar para 10 000 millones de personas con niveles de consumo de energía compatibles con un aumento de 1,5 °C”. Las conclusiones fueron publicadas en The Lancet Planet Health, vol. 9, enero de 2025 y pueden descargarse ACÁ .