EL ÁGORA. Coherencia: un asunto de comunicación
September 9, 2024

Es imposible considerar un liderazgo desligado de quién eres. No hay un ser humano diferente en cada uno de los roles que desempeñas, y no lo debe haber: en la casa, en el trabajo, con la familia, con los amigos… eres un compendio de historias. Esa persona, que se desplaza de un lado a otro con sus propias vivencias, creencias, convicciones y cargas naturales de la vida, es el mismo ser humano que debe liderar equipos y asumir responsabilidades.
Una de las más importantes es conocer y escuchar a personas que vienen con sus propias cargas. Decidir enfrentar el manejo de equipos; desde un personaje creado, puede terminar generando distancia y desconexión. Buscar posicionarse con unos atributos de manual, que no dan cuenta del ser humano que se lleva dentro, no genera credibilidad; y, sin credibilidad en el líder, no hay confianza en su gestión.
Buscar posicionarse con unos atributos de manual, que no dan cuenta del ser humano que se lleva dentro, no genera credibilidad; y, sin credibilidad en el líder, no hay confianza en su gestión. Liderar un equipo te debe permitir aportar desde la experiencia profesional, pero también desde la experiencia de vida, para construir relaciones donde prime la transparencia e incluso la admiración.
A lo largo de mi vida, he hablado de coherencia, esa consistencia entre lo que se es (tu identidad), lo que se dice y lo que se hace. Un actuar que nos permite siempre mirarnos a los ojos. Cuando somos coherentes, somos personas dignas de la confianza y credibilidad de nuestros equipos. La formación profesional es clave por supuesto; pero ser un aprendiz permanente no es una opción en un mundo cuya única constante es el cambio; por eso la escucha de la experiencia de otros genera un valor adicional.
Liderar un equipo te debe permitir aportar desde la experiencia profesional, pero también desde la experiencia de vida, para construir relaciones donde prime la transparencia e incluso la admiración.
Esa misma cadena la podemos extrapolar al mundo de las organizaciones. Una empresa con una identidad clara, que es coherente con su propósito, gestiona naturalmente su reputación, mitiga riesgos y consolida un capital reputacional, indispensable en momentos críticos.
Ganar la confianza de los grupos de interés, crear relaciones cercanas y respetuosas, debe ser el resultado de una historia, de cumplir las promesas de valor, de actuar con coherencia, y comunicarlo de la manera asertiva.
La coherencia, entonces, y en cualquier caso, es el camino correcto para generar relaciones sólidas, que tengan como resultado la credibilidad y la confianza; una confianza que se reconocerá cuando lo que se comunique se refleje en acciones, no en actuaciones.
Por: Mónica Julieta Pinzón Bueno
Blog Colegio Altos Estudios de Quirama

Ofrecer una aproximación sistémica e integral a la IA y a las nuevas tecnologías asociadas. Que el participante se forme una idea objetiva, desprovista de mitos, miedos y sesgos, sobre la revolución digital: sus principios, potencialidades, riesgos y dilemas. Y que visualice el papel del liderazgo en el curso que la IA tome a futuro.

El mundo en que vivimos (la tierra y la sociedad humana) fue construido como resultado de decisiones tomadas, tanto por dirigentes como por todos nosotros, dentro de una dinámica compleja de interacciones, que ocurren dentro del sistema social y cultural. Hay una multicausalidad en la complejidad, en la cual sobresale el papel de los dirigentes (llamados líderes) quienes, con sus decisiones, tienen el poder de inspirar direcciones y caminos a sus grupos de influencia. Dicha capacidad, principalmente de forma inconsciente, si es alimentada de forma constante por los intereses individuales, denominados intereses egóicos (por nuestra natural tentación narcisista), se convierte en lo que denominamos poder externo. Este tipo de poder tiende a no ver, o a desconocer, las necesidades propias del bien general (o del bien común), así como a ser ciego frente a nuestra realidad plurirrelacional, que incluye las necesidades propias de la vida. Cuando nosotros padecemos de este tipo de ceguera (culturalmente alimentada), podemos decir que estamos en el campo del antiliderazgo. La dinámica contraria es la dinámica propia del liderazgo auténtico, que obedece a una consciencia, en la cual nos hemos dado cuenta de que el poder personal solo es útil cuando se pone al servicio de los demás, y de todo lo demás. Este poder es el poder auténtico que surge solo cuando nos encontramos en un estado de armonía interior. Y es un tipo de poder que, por su influencia positiva, está repercutiendo en el mundo en forma de cocreación evolutiva continua; y que, cuando lo encarnamos, manifiesto en valores, nos convierte en auténticos líderes, haciendo una gran diferencia en el mundo. Para avanzar en ese proceso de cultivo interior, y por consiguiente de crecer en nuestro liderazgo, los libros que hoy reseñamos nos ayudan a abrir los ojos y ver de forma nueva. El desarrollo organizacional y social se da en la medida en que crezcamos en consciencia y nos cultivemos interiormente. La salida es hacia dentro.

Según Arbib y Seba, no hay duda. La convergencia tecnológica está precipitando un cambio radical en nuestro sistema productivo (modelo económico) y en nuestro sistema de organización social (contrato social). Sería esta la tendencia más promisoria en siglos. Así lo consignan en su último libro (Stellar, marzo de 2025): “Por primera vez en la historia de la civilización humana, hay una alternativa superior a la extracción. Están surgiendo tecnologías extraordinarias con el potencial de transformar radicalmente todo el sistema de producción”.

“Cada año, la evasión en Colombia equivale al 8 % del PIB, cerca de 130 billones”, es decir, unas 6 reformas tributarias. “El 40 % de las personas que hacen parte del 0,01 % con más riqueza del país admitió haber evadido impuestos” “El más reciente informe de Oxfam sobre desigualdad, publicado en enero de 2025, revela que los multimillonarios colombianos pagan proporcionalmente menos impuestos que los más pobres”.

“…miles de jóvenes están diciendo ‘no, gracias’ a las carreras tradicionales de más de cinco años, y prefieren caminos más ágiles, personalizados y alineados con los desafíos del mundo laboral. En respuesta, las universidades están reformando sus programas, acortando duraciones, ofreciendo microcredenciales, flexibilizando rutas de ingreso y promoviendo la interdisciplinariedad”.

